
La reciente imposición de aranceles del 25% por parte del gobierno de Estados Unidos sobre las importaciones de vehículos y autopartes provenientes de México y Canadá está generando preocupación entre los distribuidores y consumidores de autos en Puerto Rico.
Diversas fuentes oficiales señalan que estos aranceles podrían impactar significativamente los precios finales de los automóviles vendidos en la isla, ya que una parte importante de la industria automotriz estadounidense depende del suministro y ensamblaje de componentes provenientes de estos países vecinos.
En 2024, el 60% de los vehículos nuevos vendidos en Puerto Rico provenían directa o indirectamente de ensambladoras mexicanas, lo que subraya la dependencia del mercado local en estas importaciones.
Según expertos consultados en medios como Telemundo y reportes recientes, un arancel del 25% podría aumentar el precio promedio de un vehículo nuevo en aproximadamente $3,000 a $5,000, dependiendo de la marca y el modelo.
Esto es algo que sin duda podría tener un impacto negativo para los distribuidores y compradores. De hecho, cuando se aplicaron aranceles en 2018, las ventas de automóviles nuevos en Puerto Rico cayeron aproximadamente un 7%, según datos oficiales, lo que genera preocupación sobre un impacto similar en esta ocasión.
Históricamente, aumentos similares han tenido impactos negativos considerables en el mercado automotriz local, generando reducciones en la demanda y afectando la rentabilidad de los distribuidores, quienes podrían verse obligados a absorber parte del incremento para mantenerse competitivos.
Se estima que estos nuevos aranceles podrían aumentar en hasta $30 mil millones los costos para los fabricantes automotrices estadounidenses, según la Asociación Nacional de Fabricantes. Esta situación también podría afectar indirectamente otros sectores relacionados, como talleres mecánicos, servicios financieros y aseguradoras que dependen de la actividad automotriz.
Expertos en economía local destacan que, si la situación se mantiene, podría observarse una disminución en la venta de autos nuevos, lo que favorecería el mercado de autos usados, aunque también podría afectar la renovación tecnológica y la calidad general del parque vehicular en Puerto Rico. La Asociación Nacional de Distribuidores de Automóviles alertó recientemente que estas medidas podrían desacelerar considerablemente la renovación del parque vehicular.
Por ahora, las proyecciones indican que estos aranceles podrían entrar en vigor próximamente si no se alcanzan nuevos acuerdos comerciales entre Estados Unidos y sus socios comerciales. Mientras tanto, la industria automotriz se mantiene atenta al desarrollo de las negociaciones internacionales para determinar el alcance real del impacto en el mercado puertorriqueño.
¿Qué pueden hacer consumidores y distribuidores?
Ante este escenario, algunos expertos recomiendan que los consumidores adelanten sus decisiones de compra para evitar posibles aumentos en los precios una vez que los aranceles entren en vigencia. Por su parte, los concesionarios podrían aprovechar este momento como una oportunidad para implementar estrategias de venta más persuasivas con promociones, planes de financiamiento o incentivos adicionales para mantener la demanda y mitigar el impacto en sus ventas, durante los meses siguientes de la aplicación de los aranceles.
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